Dos soldados suecos devuelven sus medallas por la resistencia del Gobierno.
- Emisor Queretaro

- 16 abr 2022
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Suecia, 11 de agosto de 2021.- Por su labor durante su misión en Afganistán, el soldado sueco Tommy Wahlman recibió dos medallas que ahora ha devuelto al Gobierno por su actitud “cobarde y antipática” por no proteger a los intérpretes y trabajadores locales afganos que colaboraron con las tropas de la OTAN durante dos décadas.
“Quiero que la gente asuma un liderazgo de política humanitaria, pero también de seguridad. Estos intérpretes han asumido un gran riesgo para Suecia al trabajar para los intereses suecos sobre el terreno. Ese trabajo significa que reciben una amenaza contra toda su familia”, asegura Wahlman en una carta remitida al primer ministro, el socialdemócrata Stefan Löfven. Según el veterano de guerra, las condecoraciones recibidas no “valen ni un pedazo de salchicha”.
Patric Bottne, quien sirvió en Afganistán en 2004, envió una carta similar. “El Gobierno demuestra que no quiere ayudar. Los intérpretes están expuestos a riesgos extremadamente grandes y no solo ayudan con la traducción. También ayudan a atar los nudos en el terreno. Están en situaciones de combate, en entornos de negociación difíciles,” explica el soldado.
Bottne lamenta que Suecia haya cambiado su actitud con respecto a los colaboradores afganos ahora la retirada de las tropas occidentales y el avance militar de los talibanes le ponen en el punto de mira de la venganza de los integristas. “Hace unos años, a muchos se les permitió venir a Suecia y recibieron la protección que merecen”. “Para el presidente de Estados Unidos, ha sido obvio ayudar a los intérpretes, porque saben los riesgos que conlleva para ellos”, echa la cara el veterano.
La protección de los trabajadores locales en el país asiático se ha convertido en un asunto de política interna. el principal partido de la oposición, el conservador Partido Moderado, reclama al Gobierno que brinde protección en Suecia a los intérpretes afganos.
El lunes el ministro de Justicia y Migración, Morgan Johansson, admitía que dar asilo a todos los intérpretes no resulta viable, dado que “serían unos miles, tal vez 10.000 personas”. Con todo, Johansson declaró ayer que el Gobierno está trabajando para resolver la situación de estos trabajadores. El Gobierno está siguiendo los acontecimientos en Afganistán y, a través de las “autoridades pertinentes”, vigila más a los “grupos particularmente vulnerables” con vínculos con la fuerza sueca de Afganistán, declaró el ministro al diario “Expressen”.

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