CONTRABANDO DE HUACHICOL, LA ‘GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO’ DE LOS CÁRTELES.
- Emisor Queretaro

- 6 may
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06/05/2025.
CD. DE MÉXICO. – Organizaciones como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) obtienen cientos de millones de dólares cada año a través de esquemas de contrabando de combustible y petróleo crudo a Estados Unidos.
El robo y tráfico de combustible y petróleo crudo a Estados Unidos se ha convertido en la "gallina de los huevos de oro" de los cárteles mexicanos, pues el llamado “huachicol fiscal” es ya su principal fuente de ingresos ilícitos no relacionados con el narcotráfico.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos alertó que, desde hace varios años, organizaciones criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa y el Cártel del Golfo suministran petróleo crudo robado a redes criminales en Estados Unidos.
"Es la gallina de los huevos de oro para la empresa de narcoterrorismo. Esta red genera cientos de millones de dólares anualmente (...) y resulta en la pérdida de miles de millones de dólares en ingresos para el gobierno mexicano", reportó en documentos oficiales.
“En los últimos años, el robo de combustible en México, incluido el contrabando de petróleo crudo, se ha convertido en la principal fuente de ingresos ilícitos no relacionados con el narcotráfico para los cárteles, lo que les permite sostener sus empresas criminales globales y sus operaciones de narcotráfico hacia Estados Unidos”, advierte la institución.
El robo de combustible en México no es un fenómeno nuevo, sin embargo, cobró notoriedad en los primeros meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador cuando lanzó una cruzada contra el "huachicol", actividad que, según estimaciones oficiales, causaba pérdidas anuales por 60,000 millones de dólares.
De acuerdo con el artículo “¿Qué sabemos del robo de combustible en México? Claroscuros de un delito que no cede” , escrito por Jacqueline Peschard Mariscal, María Grisel Salazar Rebolledo y Octavio Augusto Olea Gómez, el robo de combustible comenzó desde la década de los 90.
Era una actividad que prácticamente involucraba a los círculos de Pemex y sus trabajadores. Sin embargo, integrantes del crimen identificaron que el robo de hidrocarburos era un negocio que dejaba altas ganancias, por lo que se convirtió en una de sus actividades y el número de tomas ilegales para extraer el combustible creció.
“A partir de solicitudes de información realizadas a Pemex se documenta cómo a partir de 2011 el número de tomas clandestinas se fue incrementando año con año. De 1,361 tomas registradas en 2011, se pasó a 14,910 en 2018, lo que representa un aumento de 1,000%”, plantea el artículo publicado en la Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales.
Víctor Manuel Sánchez Valdés, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila, advierte que es tan rentable el huachicol que para algunas organizaciones esa actividad representa hasta el 90% de sus ingresos.
“El huachicol en el sexenio de Fox, pues eran banditas locales que ordeñaban un ducto y que vendían así a pie de carretera los bidones, pero en el sexenio de Calderón, en este proceso de diversificación, algunas organizaciones criminales, como el Cártel de Sinaloa, el Cártel del Golfo, el Cártel Jalisco Nueva Generación se empiezan a meter y comienzan a surgir organizaciones que nacen específicamente como bandas de huachicol. De las más famosas, el Cártel Santa Rosa de Lima en Guanajuato”, explica en entrevista.

Un análisis de Crisis Group, revela que el huachicoleo es una importante fuente de ingresos para varios grupos criminales, quienes en los últimos años han realizado esfuerzos por diversificar sus fuentes de ingresos.
“El particular interés en el huachicoleo para los grupos criminales se puede atribuir en parte a un conjunto de reformas fiscales y energéticas destinadas a compensar las pérdidas sufridas por la compañía petrolera estatal, Pemex. Estas provocaron el aumento de los precios del combustible, creando mayores márgenes de ganancia para el combustible robado”, plantea el informe.
El Departamento del Tesoro sostiene que el huachicol se ha convertido en una las principales fuentes de ingreso para organizaciones como la liderada por Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, el narco más buscado por las agencias de EU.
“El robo de combustible y petróleo crudo es la gallina de los huevos de oro para la empresa de narco terrorismo del CJNG, que provee un lucrativo flujo de ingreso para el grupo y permitirle causar estragos en México y en los Estados Unidos,” dijo el secretario del Tesoro Scott Bessent.
La trama ilegal
El esquema ilegal de distribución de combustible robado identificada por EU está integrado por intermediarios mexicanos, así como redes de empresas mexicanas y estadounidenses incluidas compañías fachada y "fantasma".
“Los cárteles utilizan intermediarios mexicanos cómplices en la industria del petróleo y el gas natural para contrabandear y vender petróleo crudo robado de Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa energética estatal de México, a pequeñas empresas estadounidenses de petróleo y gas natural cómplices (que operan cerca de la frontera suroeste de Estados Unidos. Mediante estas maniobras, los cárteles roban miles de millones de dólares en petróleo crudo de Pemex, fomentan la violencia y la corrupción rampantes en México y perjudican a las empresas legítimas de petróleo y gas natural en Estados Unidos”, advierte el Departamento del Tesoro.
Para extraer el petróleo, los huachicoleros recurren no solo a la perforación de ductos, sino también al robo en las refinerías, secuestro de camiones cisterna y a sobornar a empleados de Pemex. La ecuación no estaría completa sin la complicidad en Estados Unidos.
“A diferencia de la droga, en donde una poca cantidad vale mucho, el combustible es sobre todo
volumen. Hay tres formas predominantes de llevarlo a Estados Unidos: en pipas por carretera, que es muy costoso, en pipas en trenes, pero hay muy pocos puntos de cruce de México a Estados Unidos y la tercera es en barcos cisterna. Cualquiera de estas tres tipos de envío, pues, son muy susceptibles de ser detectados”, plantea Víctor Manuel Sánchez Valdés, especialista en seguridad.
Tras ser robado, el combustible suele ser transportado a territorios que controlan y después se introduce de contrabando a los Estados Unidos; muchas veces se etiqueta con leyendas como “aceite usado” o “material peligroso”, para evitar el escrutinio y evadir impuestos y regulaciones.
Tras cruzar la frontera suroeste de Estados Unidos, el petróleo crudo robado se entrega a terrenos baldíos acondicionados con tanques de almacenamiento móviles operados por empresas estadounidenses bajo el control de intermediarios mexicanos o importadores estadounidenses cómplices, antes de ser finalmente entregado a importadores estadounidenses cómplices y vendido en los mercados energéticos estadounidenses y mundiales”, agrega el Departamento del Tesoro.
En particular, se señala que el combustible de contrabando no solo se puede enviar a cualquier parte de Estados Unidos, sino a mercados como Japón, India y África.
“Según estimaciones de las fuerzas del orden, los importadores estadounidenses pueden obtener más de cinco millones de dólares en ganancias por cada envío de petróleo crudo en petrolero desde Estados Unidos a jurisdicciones extranjeras, con múltiples petroleros en ruta cada mes”, abunda.

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