Acuerdo bipartidista al plan de infraestructura de Biden.
- Emisor Queretaro

- 16 abr 2022
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USA, 30 de julio de 2021.- Renovar puentes, carreteras, ferrocarriles, puertos, tránsito, agua y otros proyectos de infraestructura es máxima prioridad del presidente de EEUU y uno de los pilares principales del plan económico de la agenda de Joe Biden en la Casa Blanca.
El apoyo de senadores centristas de ambos partidos, Demócrata y Republicano derivó en un inusual acuerdo bipartidista hacia la deseada ley de infraestructura de Biden, que está cada día más cerca de ver la luz. Aunque al proceso le faltan todavía muchos pasos antes de convertirse en realidad.
Con 67 votos a favor y 32 en contra, el Senado aprobó la noche del miércoles el plan de “infraestructura física”, que proporcionaría alrededor de 550 mil millones de dólares en nuevos fondos federales para esas mejoras de infraestructura que necesita el país, sumando el total de un trillón de dólares de presupuesto del Gobierno a tales efectos.
El apoyo de 17 republicanos fue clave para sacar adelante la votación, que ofrecieron su voto al de los demócratas, con quienes comparten el mismo número de asientos en la Cámara Alta.
Biden había anunciado hace un mes un posible plan bipartidista que acercaría posturas para sacar adelante su ley de infraestructura soñada, aunque finalmente tuvo que ceder y conseguir el consenso sin la conocida como “infraestructura humana” como parte del acuerdo, es decir, sin ciertas medidas sociales y medioambientales que se quedaron fuera de la propuesta tras la negociación bipartidista.
“Ninguna de las partes consiguió todo lo que quería en este trato”, dijo el presidente de EEUU, “pero eso es lo que significa comprometerse y forjar consenso: el corazón de la democracia. A medida que el acuerdo llega a todo el Senado, todavía hay mucho trabajo por delante para llevar esto a casa. Habrá desacuerdos que resolver y más compromisos que forjar en el camino”, añadió Biden.
Insólito consenso que pone pone de manifiesto la disposición de ambos partidos de acercar posturas en temas de interés común y alcanzar las mismas metas en un polarizado Congreso.
Aunque la semana pasada los republicanos bloquearon unánimemente la consideración del plan de infraestructura en el Senado, después de varios días frenéticos de conversaciones telefónicas, cruce de correos y mensajes de texto a todas horas entre funcionarios Gobierno y senadores, los negociadores anunciaron el miércoles que estaban listos para continuar con el plan.
Algunos de los desacuerdos entre liberales y conservadores respeto al plan obligaron al recortar gastos en algunas áreas como el transporte público (de 49 mil millones de dólares a 39 millones), así como a la eliminación de un “banco de infraestructura”, por 20 mil millones de dólares, destinado a atraer inversión privada en grandes proyectos.
Al no ponerse de acuerdo sobre la estructura del banco y los términos de la autoridad financiera, los negociadores decidieron eliminar por completo esa posibilidad del plan de infraestructura.

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